Tengo que mirar menos tele

¿Estoy mirando mucha tele? El tema me preocupa. O perdí definitivamente la razón, o nuestros políticos se están volviendo muy divertidos. A esta altura hay fundadas sospechas de que están haciendo “la gran Stirling” y la quema de droga confiscada los esté afectando. ¿O seré yo? Creo que tengo que consumir menos medios de comunicación uruguayos.
Primero fue el affaire Astori, que pateó todo y dijo: “que va… yo me voy al carajo: Háganle caso a Viera y agarren el 4.5 nomás, que yo me voy pa´ casa“.
Ya pensaba que había sido suficiente para un mes entero. Pero abro Búsqueda y me encuentro con José Bayardi, subsecretario de Defensa: “los militares que dicen que no tuvieron nada que ver son unos maricas” (¿?). Vamos, que esto se está poniendo divertido…Mañana el comandante de la FFAA, Ángel Bertolotti, le contestará en Búsqueda: “Lo que pasa es que Bayardi es un garca, vieja, siempre arrugó cuando venía por el Batallón, le vamo´ a copar el gallinero de la Vertiente eh… aguante el ejército”… para luego perderse en la mar de subalternos que saltaban frente a la cámara en evidente efecto “El Aguante” de TyC Sports y agitaban una bandera que decía: “milico y ramonero”.
Prendo la tele y me encuentro a Abdala agarrándose a trompadas con Manuel Flores Silva en plena casa del Partido Colorado. Lo peor es que, según el diario El País, cuando Flores Silva se retiraba, un militante del sector de Abdala le reprochó su actitud y el dirigente le dio como pa que tenga y guarde. Al parecer después salió una vieja a ofrecerle un pin de Batlle y Ordóñez, y cobró, al igual que un boyscout que venía a ofrecer galletitas. Finalizado el pandemoium, Flores Silva habría dicho: “que va… con el soldadito no daba ni pa calentar… Ahora que se venga Julio María, que lo tengo entre ceja y ceja…”
Sólo falta que Mujica se case con Lucía…¿El Pepe se casa? Sí, con arroz y todo. Y con asado, y cordero (el animal). Bueno, no fue la mejor aclaración, el animal de granja. Se puso dulce el viejo… parece que Lucía no toleró el abrazo con Astori y lo obligó a pasar por el registro. Definitivamente no estoy en mis cabales. Se pierden todos los parámetros: hasta el más rebelde sienta cabeza.
El Pepe ya no es el más rebelde. El premio va para Luis Lacalle Pou: “Por suerte puedo decir que fui un rebelde sin causa… un adolescente con A mayúscula”. Es lógico: es la herencia del jopo del Cuqui. Tanto parecerse a James Dean hizo que el hijo le así. Parece que va a grabar “Diarios de la Pathfinder” sobre sus viajes de juventud por Punta del Este.
Demasiado para un día, se me agotó el cerebro. Los medios de comunicación hacen mal o los políticos se volvieron de un día para el otro muy divertidos.

Por eso acudo una vez más al estimado público lector. Esta vez el premio es una estadía en Río Negro, donde se podrá disfrutar de una fiesta hippie organizada en conjunto por el gobernador de Entre Ríos Jorge Busti, autoridades de le empresa Botnia y el subsecretario de Medio ambiente Jaime Igorra.

Les pido que me avisen de otros hechos que vayan a ocurrir. Mis fuentes me pasaron estos inminentes sucesos.

• Larrañaga y Vázquez se retirarán a hacer un curso de meditación Zen y allí definirán de una buena vez los cargos que le corresponden a los blancos.
  Jorge Battle terminará su año sabático y se internará un mes en Cerro Largo para cazar Ñandutíes
• El Chengue Morales dictará clases de tejido de punto en la Alianza Francesa y su andante será el diputado del MPP Luis Rosadilla
• Rodolfo Pereyra se va a callar
• Ruben Rada también

Un boliche pa´ los giles

A lo jóvenes nos falta boliche. Lo dijo Eugenio Figueredo, presidente de la AUF, ante la acusación de un periodista (joven, él) de que en la eliminatoria pasada se habían intentado arreglar partidos a favor de Uruguay. No lo inventó él, se lo dijo el árbitro encargado de dirigir uno de esos partidos, uno en que el equipo de todos los uruguayos no participaba. Claro que a esta altura ya es ex árbitro, porque unos pocos meses del intento fallido de soborno lo dieron de baja.
Que lástima que a la juventud le falte boliche. Aunque no creo que sea una condición sine qua non de la juventud. Mucha gente, incluida los supuestos faltos de boliche, me comentaron, palabras mas, palabras menos: "¿que necesidad de contarlo ahora? Es una falta de oportunismo. Justo ahora que estamos por clasificarnos, venir a hablar de eso..."

No es cuestión de ser jóvenes. Hay muchos uruguayos con boliche. El resto son “Malos uruguayos”, como muy bien dice Jorge Fossati, otro con mucho boliche encima: “los enemigos no merecerían entrar más a un estadio donde juegue Uruguay."
Es verdad: qué malos uruguayos. No se merecen entrar nunca más a un estadio. Porque en ese estadio están los auténticos uruguayos, los que garronean la entrada a un amigo para no ser los giles que pagan. En el estadio están los que compran la entrada de la reventa, por encima de los giles que se quedaron sin entrada por hacer la cola. Esos sí son uruguayos, como los que se enorgullecen de que por fin nuestros dirigente se hagan valer. Son los mismos que se quejan de los políticos, pero en cuanto pueden buscan a algún amigo empleado público que le facilite los trámites, no tiene problema en pasar por encima de los cientos que hacen el trámite normalmente. De última, que se jodan por no tener a un conocido. No van a ser los giles que no lo hagan.

Capaz que tengo que ir más al boliche y ser más uruguayo. Y no sólo por gritar los goles de Zalayeta. Voy a tener el trámite antes, la entrada gratis y a Uruguay en el mundial. Al mundial vamos todos. Los periodistas también, y por eso se tienen que callar las denuncias de corrupción, o no publicar el equipo que jugará el domingo. La patria va mucho más allá de la profesión: no vas a ser tan gil de hacer tu trabajo si nos perjudicás a todos. No es de uruguayo
Sí es de uruguayo mirar para el costado. No sea cosa de averiguar si efectivamente hubo corrupción: el que lo denuncia es mal uruguayo, y por ende, es un gil. Ser giles no es de uruguayo.

Lo voy a pensar. Por ahora sigo siendo un gil sin boliche.