La historia no muerde

1816. La provincia Oriental del Uruguay, de pocos meses de vida, sufre el ataque del Imperio Brasilero, firme en su vieja aspiración de llegar al Río de la Plata. El Gobierno de Buenos Aires, comandado por fuerzas Unitarias que promueven el control de la vieja metrópoli sobre las provincias vecinas, mira para otro lado, consciente de que la Provinvia Oriental, comandada por José Gervasio Artigas, es la más rebelde y la que tiene mayor capacidad de liderar un moviomiento federal que le quite su hegemonìa. Corrientes, Misiones y el lejano Paraguay, provicias federales, prometen ayuda, pero nunca llega. Finalmente el Imperio conquista Uruguay y lo ocupa durante casi diez años.

1863. El gobierno democrático uruguayo sufre las presiones del caudillo Venancio Flores, que tras la apariencia de una “cruzada religiosa”, y acompañado por el Imperio Brasileño invade territorio oriental. Buenos Aires, comandada por el presidente de la Nación Bartolomé Mitre, se suma al sitio como escala previa a la ofensiva sobre Paraguay. Acorralado, el presidente Atranasio Cruz Aguirre acude a la ayuda de aliados como Entre Ríos, Corrientes y Asunción, pero los días pasan y las fuerzas de gobierno van perdiendo posiciones y la ayuda prometida nunca llega. Luego de un sitio de un mes y de una heroica resistencia de los pobladores de la pequeña plaza sanducera, las fuerzas brasileñas y argentinas aplastan a las fuerzas democráticas uruguayas, toman Paysandú y marchan rumbo a Montevideo, donde imponen a Venancio Flores en el gobierno

mmm... como que todo me suena mucho, ¿no?